Frente March

Publicado el 19 de diciembre de 2017

#Política
Frente March

Por Soria y Obes. 

Los episodios de violencia registrados el jueves pasado dentro y fuera del Congreso, hicieron que se suspenda la sesión especial y con ello se conserven latentes las estrategias para dar quórum y posicionarse en el debate.

Las versiones de los diarios locales: que la ex gobernadora y actual diputada nacional, Claudia Ledesma, había decidido no bajar al recinto para avalar una reforma impopular en su debut parlamentario, mientras que otros tres colegas de la bancada se contabilizaron presentes para el quórum, hablan a las claras de una estrategia segmentada para amortiguar los costos de un proyecto regresivo y muy poco conversado.
Román Letjman ensayó ayer las cuitas de Cambiemos, entre las cuales la ingenuidad por esperar de los dirigentes peronistas comportamientos éticos, «el hecho maldito» de Cook, reinstalado bizarramente por Iglesias y hoy tan maldito para Letjman, abre otra vez la pregunta por los valores democráticos del peronismo y la diáspora en el campo popular ante un nombre maldecido.
La amenaza del DNU del Ejecutivo, si se aplicara, conformaría a una minoría intensa de Cambiemos: todos los que pudieron cruzar el Rubicón de la represión afuera del Congreso, desafiar el veto político de la barbarie peronista e inhibir cualquier identificación con los sectores a ajustar, y aún así «el muerto», el peso de una salida hacia abajo del problema, erosionaría únicamente a la fracción gobernante.
La charla que el viernes mantuvo Frigerio, Ministro del Interior de la Nación, acompañado por la gobernadora de Buenos Aires, con los demás gobernadores de las provincias, fue a los fines de retomar el tratamiento parlamentario de la reforma previsional, bajo nuevas condiciones que quedarán expresadas en retoques técnicos como prometió Carrió y la promesa líquida del Pacto Fiscal.
El federalismo argentino hará posible que el proyecto oficial siga adelante, Cambiemos aproveche la ola de octubre donde se plebiscitó,
y las provincias reabsorban un capital político sorteado por las ansiedades de fin de ciclo. De fin de año, perdón.

Claudia Ledesma ratificó su postura de votar en contra de la reforma por considerarla impopular y lesiva de los derechos de los jubilados.
Los medios nacionales mencionan la libertad de acción de los legisladores del Frente Cívico, con la excepción del voto de la ex mandataria, que, influenciada por el pedido de la iglesia santiagueña, hizo explícito cuál será el uso de su libertad subjetiva.
En realidad, de un modo astuto y parcial, estamos asistiendo a los entretelones de una negociación con mínimas concesiones para la provincia: salvar la cabeza de la reina.
El resto de la bancada, aunque no lo admitan, tienen su libertad marcada. Ante la opacidad del acuerdo, uno puede imaginar la entrega de los votos en las mínimas proporciones que la realidad lo demande. La deducción no es arbitraria: la cita con los jefes provinciales obedeció a un reconocimiento majestuoso de los gobernadores, ante todo, y como es en nuestro caso, al poder regulatorio sobre los representantes en el Congreso. La libertad de acción fue de Zamora, y alcanzó apenas para poner los peones y salvar a la reina.

Fotografía: Nuevo Diario – 19/12/2017